A los responsables del SEO nos gustaría tener una cámara oculta en las oficinas de Google. El gigante de los buscadores se ocupa de más del 80% de las consultas realizadas en Internet, más que les pese a sus competidores. Pero no se conforma con ser el que más tiene, sino que evoluciona cada día para mostrar mejores resultados. Mediante los algoritmos dicta las reglas del juego en el posicionamiento, trayendo de cabeza a programadores y responsables de SEO.
Las pirámides de enlaces son una de las técnicas utilizadas para optimizar el posicionamiento de páginas web. Se trata de crear enlaces en varios niveles (hasta 4 pisos) con los que dirigir el tráfico y a los motores de búsqueda hacia la web que nos interesa. Una técnica en principio con muchas virtudes, pero no carente de controversia. Google nos envió al algoritmo Pingüino para velar por un posicionamiento natural libre de enlaces “spam”.
Cómo se hace una pirámide de enlaces
No es el objeto de este artículo el presentar un manual sobre cómo hacer una pirámide de enlaces para posicionamiento, para eso utilizaremos otra ocasión. Sí vamos a decir cómo funciona básicamente.
Lo primero es tener una página web que queremos posicionar. Es el primer nivel. En el segundo escalón estarían los enlaces que se incluyen en textos y se publican en blogs gratuitos, directorios, notas de prensa… Los textos, por supuesto, deben tener una alta calidad (extensión y originalidad). El nivel 3 son los comentarios en otros blog, perfiles sociales, etcétera. Y por último el cuarto nivel de la pirámide con lo que vendría a ser “spam”.
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Cuándo usar las pirámides de enlace
Partamos del hecho de que Google se esfuerza por fomentar el posicionamiento natural, esquivando todo lo que se sabe de SEO con nuevos algoritmos. El Pingüino, de hecho, es el algoritmo que se ocupa de detectar y penalizar a las pirámides de enlaces. Por lo que esta técnica se debe utilizar con precaución.
A modo general una pirámide de enlaces es útil cuando la vida de la página es corta. Por ejemplo una página sobre los JJOO, que tras acabar la competición no tiene utilidad. Para este caso la pirámide ayudará a posicionarla de forma rápida, y para cuando el “Pingüino” nos visite ya nos habremos ido. De lo que se desprende que no se debe utilizar si pretendes crear un proyecto a largo plazo.